SINOPSIS:
Dave Buznik (Adam Sandler) es un ejecutivo aparentemente muy pacífico. Sin embargo, durante un vuelo pierde el control a causa de un pequeño malentendido. Tras el incidente, el juez le impone una pena poco habitual: debe someterse a sesiones de terapia para controlar su ira. El responsable de la terapia es el excéntrico doctor Buddy Rydell (Jack Nicholson). Cuando Buddy se extralimita en el ejercicio de sus funciones y se va a vivir a casa de su paciente, Dave supera su timidez y se enfrenta con él.
DIRECTOR: Peter Segal
DURACIÓN: 110 minutos.
GÉNERO: Comedia
Aunque sea una típica película americana, me gustó el mensaje que trae de la mano. Me sentí frustrada, enfadada y divertida con ella. Al principio me sentía incrédula por la exageración de la puesta en escena y no entendía nada.
Pero luego empecé a comprender la esencia: aquellas personas que no muestran ni sacan su agresividad, el entorno tiende a mostrarse agresivo con ellas. Es decir, aquella persona que reprime la emoción de la ira, sin darse cuenta proyecta en los demás esa emoción. Por lo que se encuentra con un mundo enfadado que le está pidiendo a gritos que saque lo que lleva dentro. Y es lo que le ocurre al protagonista de esta película.
El dramatismo y la exageración de la película me hizo reír mucho, aunque no me imagino haciendo terapia de la manera que lo hace Jack Nicholson, por las extremas medidas que aplica.
El final es conmovedor y "todo sale bien". Y me recuerda que en la vida real, esto no siempre es así.
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